Seguro que en más de una ocasión te has planteado cómo puedes acompañar la escolarización obligatoria en primaria de tu hijo, de forma que puedas darle las herramientas oportunas para que sea un buen estudiante (o al menos darle oportunidad para ello) y que disfrute de su etapa escolar.
Es por ello que a lo largo de este post, me encantaría poder ofrecerte algunas pautas que de acuerdo a mi experiencia como madre a tiempo completo y maestra, he ido aprendiendo o atesorando con el paso de los años.
Por todos es sabido que el proceso educativo de los niños en la etapa de primaria es crucial para su desarrollo académico y personal. Durante estos años formativos, la relación entre padres y escuela desempeña un papel fundamental en el éxito del niño. El acompañamiento escolar en la primaria es esencial para garantizar un aprendizaje óptimo y un desarrollo integral. A lo largo de este post, exploraremos las claves para fortalecer la relación entre padres y escuela en el proceso educativo de los niños de primaria, destacando la importancia del acompañamiento y la colaboración en esta etapa crucial.
Clave 1: Comunicación Abierta y Constante
La base de una buena relación entre padres y escuela es una comunicación abierta y constante. Establecer canales de comunicación efectivos permite a los padres estar al tanto de las actividades escolares, el progreso académico y el comportamiento del niño. Las reuniones periódicas, tanto presenciales como virtuales, permiten a los padres conocer a los docentes y comprender mejor las necesidades del niño. Además, fomentar una comunicación bidireccional facilita la resolución de problemas y el intercambio de ideas para mejorar el proceso educativo.
Esto teóricamente queda muy bonito pero, ¿cómo puedo llevarlo a la práctica?
Lo primero de todo, házselo saber pronto al maestro de tu hijo. Coméntale que estás a su disposición y muestra tu actitud participativa siempre que te requiera apoyo o ayuda para desarrollar cualquier actividad del aula. También infórmale de lo importante que es para ti estar informado en todo momento y muéstrate cercano. Al fin y al cabo el interés final que tenéis ambos es común: el éxito educativo de tu niño.
Clave 2: Conocer el Plan de Estudios
Para brindar un acompañamiento efectivo, los padres deben estar familiarizados con el plan de estudios de primaria y la forma de trabajo del profesor. Es interesante saber qué van a ver cada trimestre y también de qué forma el maestro comenta que trabajará, con el fin de enfocar la forma correcta de trabajo-estudio de tu hijo. Comprender qué materias se enseñan, los objetivos de aprendizaje y las habilidades a desarrollar permite a los padres brindar apoyo específico en casa. Participar en actividades educativas en el hogar que refuercen lo que se enseña en la escuela contribuye significativamente al progreso del niño.
Te recomiendo no cargar con clases extraescolares innecesaria a tu hijo y si no tiene dificultades de aprendizaje, enfocarte en que fundamentalmente lea por placer libros que le guste y que potencies, en la medida de lo posible, aquellas disciplinas o habilidades que tiene más desarrolladas.
Clave 3: Establecer Rutinas y Hábitos de Estudio
De nuevo la teoría parece estar clara, pero con los horarios maratonianos que llevamos las familias hoy en día, cada vez se hace más difícil poder estar 100 por 100 pendientes de las rutinas de nuestros hijos, sin embargo, el establecimiento de rutinas y hábitos de estudio en casa es esencial para el éxito escolar en la primaria.
Los padres pueden ayudar a sus hijos a organizar su tiempo de estudio siempre usando el juego como dinámica para que esto se produzca: hacer algún mural juntos de seguimiento, uso de pizarras o incluso de documentos que puedan estar visibles para la familia en la zona de la casa donde más tiempo pasemos, pueden ayudar.
También establecer horarios regulares para hacer la tarea y crear un ambiente propicio para el aprendizaje. Acompañar al niño en la realización de sus tareas y estar disponible para responder preguntas demuestra el compromiso de los padres con su educación.
A ello ayuda también hablar mucho con ellos: hacerles conscientes de lo importante que es para ellos y también para la familia que estudien, que se formen y que aprendan con vistas a buscar un futuro prometedor en el que puedan defenderse bien en la vida.
Como los niños aprenden del ejemplo, siempre puede ser una buena idea que nos vean, como adultos de referencia que somos para ellos, leer en casa y pasar tiempo de ocio en conexión con el aprendizaje.

Clave 4: Participación en Actividades Escolares
Participar en actividades escolares, por todos es sabido que, fortalece la relación entre padres y escuela. Sin embargo, en ocasiones las familias tenemos vergüenza de participar activamente o pensamos que no estamos a la altura de lo que el docente puede necesitar. Siempre es oportuno brindarnos siempre el que maestro requiera de la presencia de alguna familia, ya que esto supondrá un apoyo extra para nuestro hijo. Estas actividades no solo brindan oportunidades para involucrarse en la vida escolar del niño, sino que también permiten a los padres interactuar con otros padres y docentes. Esta interacción crea un sentido de comunidad y colaboración en beneficio de los niños.
Al paso, y también teniendo en cuenta lo que a los padres nos preocupan las relaciones personales de nuestros hijos, conoceremos a sus compañeros y amigos y veremos en primera persona los tipos de relaciones de amistad que nuestro hijo establece, para poder ayudarles en el enfoque de las mismas.
Clave 5: Respetar el Rol de los Docentes
Cada maestrillo tiene su librillo y si bien el acompañamiento de los padres es vital, es importante respetar el rol de los docentes en la educación de los niños. Los padres deben confiar en la experiencia y profesionalismo de los maestros, buscando colaborar en lugar de dictar cómo debe ser la enseñanza. Abrirse a las sugerencias y consejos de los docentes contribuye a un ambiente de cooperación y respeto mutuo.
Al igual que el maestro no se mete en cómo desarrollamos nosotros nuestro trabajo día a día, tampoco debemos nosotros participar en cómo debería él impartir sus clases. Siempre podemos llegar a través del diálogo a un entendimiento común que parta siempre del respeto, pero nunca juzgando ni comentando con otras familias: al fin y al cabo quien tendrá que resolvernos finalmente el problema es el docente, al que dicho sea de paso, hemos encomendado la educación de nuestro hijo durante muchas horas cada día.
Clave 6: Fomentar la Autonomía y la Responsabilidad
A medida que los niños avanzan en la primaria, es esencial fomentar su autonomía y responsabilidad en el aprendizaje. Los padres pueden acompañar este proceso alentando a sus hijos a tomar decisiones académicas, como la elección de proyectos o la organización de sus tareas. Brindarles la oportunidad de asumir responsabilidades fortalece su sentido de independencia y autoeficacia.
No significa esto que podamos soltar la mano a nuestros hijos de una, pero sí darles pequeñas responsabilidades que nos permitan ir despegándonos poco a poco de ese seguimiento tan exhaustivo que se requiere en los primeros cursos de primaria.
Clave 7: Reconocer los Logros y Afrontar los Desafíos
El proceso educativo no está exento de desafíos y logros. Reconocer y celebrar los logros académicos y personales del niño refuerza su motivación y autoestima. Del mismo modo, afrontar los desafíos con una actitud positiva y proactiva demuestra a los niños que los obstáculos son oportunidades de crecimiento. Los padres pueden trabajar junto con la escuela para identificar áreas de mejora y buscar soluciones conjuntas.
Debemos, como padres, estar preparados para escuchar de boca de nuestro hijo cuando las cosas van bien y cuando las cosas no lo van tanto: asumir algún suspenso, felicitar por una buena nota o un reconocimiento por parte del docente debe ser algo presente siempre en nuestras conversaciones con ellos.
No podemos olvidarnos de que si no escuchamos las cosas pequeñas, un día no nos contarán las cosas importantes y serias, porque para un niño que su padre o madre escuche con atención cualquier situación acontecida en el cole, esa anécdota que al nivel del adulto puede parecer insignificante o ese rato de charla comentando ese episodio divertido que ha vivido esa mañana es muy importante.
Atendamos las cosas pequeñas, siempre y ya, queridas familias, confiemos en que la suerte también haga su trabajo; porque entre las hazañas más difíciles de la vida se encuentra la de educar a un niño y no, no traen manual de instrucciones.